Alas de mariposa

Te miro..

Te siento y palpitás
y ya bailás y ya cantás conmigo las canciones de la vida.

Te miro desde lejos y desde cerca de mis pupilas
y respirás sueños que serán brevemente realizados.

Te miro aunque no se lo que sos...
Te miro aunque no se quién voy a ser.

Me miro al mismo tiempo, miro a mi alrededor
y pasan los micros, las horas, los días, las nubes.

Y pasás por mis sangre, recorrés mi cuerpo, tu cuerpo.

Y de pronto te vuelvo a mirar como una obsesión casi enfermiza..
Te miro y descubro que me salen alas de mariposa.. de mil colores
y somos uno.

metamorfosis

Cómo en un momento la vida, como un blog, va entrando en etapa de metamorfósis.. al inicio, caminaba creyendo que iba a ser algo,

y ahora es otra cosa distinta..

pensamientos, noticias, palabras sueltas...

de todo un poco tal vez se constituirá en lo que "miradas..." ahora piensa hacer: escribir, para sobrevivir.. pese a los escasos comentarios, por razones obvias, se limitará simplemente a seguir en esa simplicidad y lo que venga!..

la hija de la plaza


Rompe su pecho con la sangre del vidrio mojado
Asunción,
Tantas veces venas del puño cerrado en el grito de la orilla.

Sos hija,
Sos ojos
Y pedazo de todo,
Tierra de nada,
Retazos de piel de la plaza.

Historias de nadie,
Instante.

Corriste aquel día,
Desnudez bendita
Por los hijos que nunca tuviste
Sos madre de ganas que intentan romper la soga del cuello que arrastra.

Niña de sueños,
Tu palabra un aliento,
Un milagro.

Venas, ojeras, papel,
Pedazos de tierra,
Retazos de piel,
Historia.

Nadie, nada, instante,
Entrañas, palabras sueltas,
Milagros,
Ganas que intentan romper la soga del cuello ensangrentado.

Hija descalza del vuelo sediento,
Sos
una nota,
Gemido del país que nos dejaron en ruinas,
Esperando.

Sos el grito desesperado,
Sos la risa,
Mi esperanza que brota en los simples rincones de la vida,
que
hoy decidió existir.

el nacimiento


Un martes seco, pero lleno de vos..

las torpezas se fueron hace tiempo, desde el momento en que empecé a reirme tras cada palabra tuya..

porque tal vez iniciamos un juego de martes.

palabra tras palabra..


...gana tras gana.


¡Cómo me gustás cada vez que nacés.. a través de esta pantalla!


..nacés de color verde y cursiva.

Juego


Juguemos al escondite
y escondámonos del mundo
ese que nos señala
que nos enferma.

Juguemos al escondite
y escondámonos juntos
en un lugar oscuro
pero lleno de flores.

¿Querés jugar conmigo y sin excusas gritemos fuerte?

Yo, correré primero
y vos usarás estrategias de un hombre nuevo
para no soltarnos nunca
y menos perder el juego.

Juguemos al escondite
y huyamos a un mundo nuevo.

Sólo esta noche...

Esta noche te permito investigar mi historia,
pasear por mi corta vida
y contemplarme entera.

Esta noche te permito que uses tu pañuelo blanco
y con él acariciarme el rostro sendiento.

Esta noche te permito que toques a mi puerta
atrapada entre andenes y fuertes cadenas.

Esta noche te permito simplemente que te dejes llevar,
que me ames con ternura
y no esperes a que yo te permita.

Sólo esta noche.

...El día de la feria


A veces, algunas personas sólo van a la feria del libro una vez al año, porque está de moda. Así de simple, aprovechan los ciclos de cines alternativos y ferias internacionales de libros, como la que se está presentando hasta esta semana en Asunción, para hacer “faces” mostrar la cara o codearse con la “clase intelectual” de Paraguay.

Entre señores altos con boinas, y jovencitas perfil bajo, lentes y simplemente sensuales como la literatura con rostro femenino, ancianas, curas, monjas y el que no se decide por uno sólo, corrían los saludos, cortesías y alguna que otra invitación erótica a través de las miradas. Amigos de la literatura, escultores de la palabra que se frecuentan en los cafés, de tanto en tanto en debates culturales y hasta comparten cigarrillos en fiestas under.

Allí estaba yo en medio de ellos, pero no por moda, sino sedienta como una niña que se hacía intocable y a la vez más pequeña, abatida por la ignorancia, por la escasez de efectivo y por las ganas de querer ser otra, más crecida tal vez, como un nuevo diccionario, de miles de idiomas, con experiencias de locuras y anécdotas chistosas.

Me sentía como en el bosque, uno de espejos. Hojas caían, pájaros volaban, libros sacando el pecho, muy soberbios todos en ese estante; en el otro, las revistas haciendo muecas como mariposas celosas, y yo, envidiando hasta la mordedura de lengua a ella, la que exhalaba cultura cada segundo, con pestañas sabor a sexo mañanero acompañado de la carcajada de él y el ronroneo de su caricia.

Al salir de esa inundación de perfumes caté, paré un instante en la cesta de libros usados algunos y en oferta, y sin darme cuenta estaba él, ahí nomás muy cerca de mi espalda.. ella la había dejado, se despidió con un beso en la mejilla y fue cuando su mirada irrumpió mi vestido negro gastado, me dijo: “ muy buen libro” y risa,¿sería típico de la clase intelectual? ¿quién era yo para irrumpir desafiante dentro de ese mar de historias?. Pero lo hice sin darme cuenta, seduje con mis rulos a los minutos y aprendí que ya estaba adentro, tan dentro de la cama y de mi cuerpo.